No hay sino un sólo Dios… (Deut
6:4; 1Cor 8:4,6.)
El único viviente y
verdadero… (1 Tes 1:9; Jer 10:10)
Quien es infinito en su Ser y perfecciones … (Job 11:7-9; 26:14)
Espíritu Purísimo … (Juan
4:24)
Invisible … (1 Tim.1:17)
Sin cuerpo, miembros o
pasiones … (Deu 4:15,16; Luc 24:30; Juan 4:24) (Hech 14:11,15)
Inmutable … (Stgo 1:17,
Malq 3:6)
Inmenso … (1 Rey 8:27;
Jerm 23:23,24)
Eterno … (Salm 99:2; 2 Tim
1:17)
Incomprensible … (Salm
145:3)
Todopoderoso … (Gen 17:1;
Apoc 4:8)
Sabio … (Rom 16:27)
Santo … (Isa 6:3; Apoc 4:8)
Libre … (Salm 115:3)
Absoluto … (Exd 3:14)
Que hace todas las cosas según
el consejo de Su propia voluntad, que es Inmutable y Justísimo … (Efs 1:11) y
para Su propia gloria … (Prov 16:4; Rom 11:36, Apoc 4:11)
También Dios es Amoroso … (1
Juan 4:8)
Benigno y Misericordioso, Longánimo, abundante en bondad y verdad, perdonando toda iniquidad, transgresión y pecado … (Exd 34:6,7)
Galardonador de todos los
que le buscan con diligencia … (Heb 11:6)
Y sobre todo muy Justo y
terrible en sus juicios … (Nehm 9:32,33)
Que odia todo pecado … (Salm.5:5,6)
Y que de ninguna manera
dará por inocente al culpable … (Nah. 1:2,3)
Dios posee en Sí mismo y
por Él mismo toda vida (Juan 5:26), gloria (Hech 7:2), bondad (Salm 119:68) y
bienaventuranza (1 Tim 6:15)
Es suficiente en todo, en Sí
mismo y respecto a Sí mismo, no teniendo necesidad de ninguna de las criaturas
que Él ha hecho (Hech.17:24,25), ni derivando ninguna gloria de ellas (Job22:2,3),
sino que solamente manifiesta Su propia gloria en ellas, por ellas, hacia ellas
y sobre ellas
El es la única fuente de
todo ser, de quien, por quien y para quien son todas las cosas … (Rom 11:36)
Teniendo sobre ellas el
más soberano dominio, y haciendo por ellas, para ellas, y sobre ellas toda
voluntad … (Apoc 4:11; Dan 4:25,35; 1 Tim 6:15)
Todas las cosas están
abiertas y manifiestas delante de Su vista … (Hebr 4:13)
Su conocimiento es
infinito, infalible e independiente de toda criatura … (Rom 11:33, 34; Salm
147:5)
De modo que para Él no hay
ninguna cosa contingente o dudosa … (Hech 15:18; Ezq 11:5)
Es Santísimo en todos Sus
consejos, en todas Sus obras y en todos Sus mandatos … (Salm 145:17; Rom 7:12)
A Él son debidos todo
culto, adoración, servicio y obediencia que tenga a bien exigir de los ángeles,
de los hombres y de toda criatura … (Apoc 5:12,14)
En la unidad de la
Divinidad hay tres personas en una sustancia, poder y eternidad: Dios Padre,
Dios Hijo y Dios Espíritu Santo (1 Juan 5:7; Mat 3:16,17; 28:19; 2 Cor 13:14).
El Padre no es de nadie, ni es engendrado, ni precedente de nadie; el Hijo es
engendrado eternamente del Padre (Juan 1:14,18), y el Espíritu Santo procede
eternamente del Padre y del Hijo (Juan 15:26).
Tomado de la Confesión de
fe de Westminster.
Reflexión:
Ante tal Majestad y Poder ¿Qué podemos hacer o agregar
por nosotros mismos? El único camino que nos queda es rendirnos ante su
magnificencia y declarar que “Sin Él nada podemos hacer”.
Es por eso que ante cualquier tropiezo,
dificultad, pecado o angustia, podemos recurrir a un Dios que nos ha dejado conocer algunos de sus atributos para
que “Nos acerquemos confiadamente al trono de la gracia, por medio de Su Hijo
Jesucristo” A Él sea la gloria por los siglos Amen.
1 comentario:
Espectacular, ¿cómo no amar a un Dios tan maravilloso? Somos basura al lado de tanta grandeza.
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