Nueve pasos contra el enojo: Un posible salvavidas matrimonial - John Piper

Un Posible Salvavidas Matrimonial en Nueve Pasos

La gracia de Dios es paciente y trabaja tanto de manera instantánea como a lo largo del tiempo. Un error que a veces cometemos es pensar demasiado idealista, como si gastáramos nuestra primera disculpa, no hay oportunidad para una segunda.

El modo de pensar sobre este salvavidas matrimonial bíblicamente es que este es un esfuerzo para ver Colosenses 3:13 tomar forma en la vida real: "Soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros". Existe tanto "soportándoos" como "perdonándoos". ¿Cómo se mezclan en el matrimonio?

Aquí hay una manera que tengo en mente. Describiré nueve pasos hacia la reconciliación con tu esposa (o esposo, o amigo, o colega). A veces esto es necesario cuando eres demasiado pecador como para disculparte sinceramente la primera vez. Esto es una experiencia real más a menudo de lo que me gustaría admitir, y, en otro sentido, no lo suficientemente frecuente. (Esposas y esposos, escuchen estos pasos con ustedes mismos en ambos roles.)


Paso n°1. Tu esposa te señala algo que dijiste o hiciste que está mal o que no le agrada.

Paso n°2. Tú te enojas. (Por cinco o seis razones que te parecen buenas en el momento).

Paso n°3. Tienes la gracia de saber en tu mente que este enojo no es correcto delante de Dios y que una sentida disculpa, tanto por lo que ella señaló como por el enojo, es lo apropiado.

Paso n°4. Eres capaz de decir las palabras de la disculpa pero no de sentirte apenado porque el enojo ha endurecido tu corazón hacia ella. No te sientes sensible, no te sientes quebrantado, no te sientes apenado. Pero sabes que deberías, entonces dices, "Perdóname". Esto es mejor que el silencio. Es una gracia parcial.

Paso n°5. Ella siente que estás molesto y no está, comprensiblemente, satisfecha con palabras que no llevan una sentida contrición .

Paso n°6. El tiempo pasa. ¿Veinticuatro horas? ¿Dos días? El Espíritu Santo, siempre paciente, e implacablemente santo, no te soltará. Él trabaja en contra del enojo. (Santiago 1:19-20). Él despierta verdades del evangelio (Efesios 4:32). Él ablanda el corazón (Ezequiel 36:26). Esto puede ocurrir a través de la lectura de la Biblia, la palabra de un amigo, la lectura de un libro o atendiendo un servicio de adoración. Mientras tanto, ella está esperando, preguntándose, orando.

Paso n°7. El enojo se aquieta. La dulzura crece. La ternura se despierta. La angustia por el pecado aumenta.

Paso n°8. Tú la llevas aparte y le dices que la primer disculpa fue la mejor que pudiste darle en ese momento a causa de tu pecado. Admites que fue insuficiente. Le dices con ternura como te sientes por ella, y que te disculpas con el corazón, y le pides perdón.

Paso n°9. En misericordia, ella te perdona y todo está mejor.


Lo que espero que hagas con esto es que lo hables con tu esposa para ver si concuerda con tu experiencia. Uno de los valores de construir este posible patrón dentro de tus expectativas es que pueden ser más tolerantes uno con el otro (llamado misericordia), para que el paso n°6 no parezca imposible para ambas partes.


1 comentario:

Andrea dijo...

Gracias por este articulo. Me pasa mucho pero mi esposo nunca siente que tiene que pedirme una disculpa y así pasan 6 y 7 días… y cada día para mi es peor…. Hace seis meses no nos pasaba pero ahora estamos en el cuarto día, no nos hablamos y será esperar. Gracias.