Por Ken Sande, Presidente de Peacemaker Ministries
Con el paso de los años, he notado que los cristianos en el proceso de
buscar un divorcio usan el mismo grupo de razones para justificar su decisión
de irse. En tanto que los cristianos no se ponen de acuerdo acerca de cuáles
son los bases legítimas para el divorcio, es claro que muchos cristianos se
divorcian por las razones equivocadas. A estas razones R.C. Sproul las llama
“mitos” en su libro El matrimonio Íntimo. Si Ud. entiende la forma de responder
amablemente a estos mitos, Dios puede usarlo para ayudar a alguien que esté
considerando el divorcio.
Mito #1 Cuando el amor se ha ido del
matrimonio, es mejor divorciarse
Aunque esta la manera típica en que habla el
mundo, los cristianos han aceptado esta idea. Sin embargo, la base del
matrimonio no lo constituyen los sentimientos de amor, sino que en el diseño de
Dios, el compromiso es el fundamento y el amor es su fruto.
Mito #2 Es mejor que los niños pasen por un
divorcio y no que vivan con unos padres que se la pasan peleando todo el tiempo
Aunque en medio de un matrimonio realmente
infeliz, los padres puedan creer sinceramente esto, generalmente se trata de una racionalización superficial.
Una forma de probar la sinceridad de los padres es pedirles que lean el libro
de Judith Wallerstein titulado El Inesperado Legado del Divorcio, que expresa
muy bien los muchos efectos perjudiciales del divorcio. Si aún después de leer
estos hechos la pareja desea divorciarse, de todos modos tendrá que admitir que
no son sus hijos lo que les importa, sino sus propios deseos egoístas.
La gente dice con frecuencia: “Sé que la Biblia enseña que en términos
generales el divorcio no es la voluntad de Dios, pero en este caso Dios me ha
dado una verdadera paz de que este divorcio es correcto”. Esta frase revela un
entendimiento equivocado de la dirección divina, pues eleva la sensación de
“paz interior” a un nivel por encima de la enseñanza de la misma Biblia. Esta
perspectiva debe ser refutada y expuesta de manera específica.
Una manera de hacerlo es ayudar a la gente a ver que tener una sensación de
paz interior no es una señal definitiva de contar con la aprobación de Dios.
Varias veces le pregunto a la gente si cree que Jesús sentía una paz interior
cuando se encontraba en el huerto de Gethsemaní. Los ayudo a darse cuenta que
nuestro Señor estaba lleno de ansiedad y agonía. Si hubiera caminado hacia el
otro lado del huerto, él habría experimentado una sensación de alivio al
escapar de la crucifixión; sin embargo, de haberlo hecho, él le habría dado la
espalda a la voluntad de Dios. De manera similar, el divorcio puede prometer un
alivio inmediato, pero también al final es contrario a la voluntad de Dios.
Mito #4 – Seguramente Dios no quiere que nadie
permanezca en una situación tan infeliz
Este mito está basado en la suposición de que el propósito de Dios en la
vida gira en torno a mi persona y mi felicidad. Cuando alguien intente usar
este razonamiento, pregúntele lo que significa el hecho de que “un Dios amoroso
no quiere que la gente sufra de esta manera”. Pídale que piense en la iglesia
perseguida en la Roma del primer siglo. Si a esa persona se le hubiera pedido
que aconsejara a los cristianos que estaban a punto de ser lanzados a los
leones del circo romano, ¿les habría dicho: “un Dios amoroso no quiere que la
gente sufra de esta manera”? ¿Qué le habría sucedido a la iglesia primitiva si
aquellos cristianos hubieran creído esa idea? Este tipo de preguntas puede
ayudar a la gente a empezar a entender que han creído una mentira.
Para poder ayudar a la gente que está en medio de su sufrimiento, es
crucial que entiendan que Dios tiene algo en mente mucho más importante que una
vida placentera. Su propósito es conformarnos a la imagen de Su Hijo (Rom. 8:28,29).
La Biblia enseña que este propósito requiere que seamos podados, derretidos y
purificados para expulsar la escoria de nuestras vidas, y con frecuencia se
logra a través del fuego del sufrimiento (Rom. 5:3-9)
Mito #5 – Sé que está mal, pero Dios es perdonador
Probablemente Ud. ha escuchado esta frase. Compárela con la firme
advertencia que Moisés le dio a los israelitas en Deuteronomio 29:19-21. Creo
que se puede parafrasear así: “Si ustedes suponen que pueden pecar
deliberadamente, y que con decir luego unas palabras mágicas Dios les va a
perdonar, no saben la grande ira que caerá sobre ustedes”. Pecar de manera
deliberada es una cosa horrible. ¿Cómo puede la gente suponer que Dios les dará
un corazón arrepentido después de persistir en una desobediencia totalmente
intencionada? (Ver Hebreos 3:7-13; 12:16,17; Efesios
4:30; Proverbios 28:14)
Imagínese que una mujer necesita dinero en efectivo y planifica el robo a
un banco. Después de robar el dinero sale corriendo por la calle y se pierde
por un callejón. Es claro que se ha salido con la suya. Luego asienta el dinero
y dice: “Dios, lo lamento. Estuvo mal que haya robado ese banco. Por favor,
perdóname. Gracias, Señor”. ¿Podría solamente tomar el dinero e irse de allí?
La mayoría de la gente diría que no. ¿Cuál es la evidencia de un
arrepentimiento genuino? La evidencia sería restituir el daño tomando el dinero
y llevarlo de regreso al banco. De igual manera, alguien que esté considerando
un divorcio pecaminoso no debería apuntar a un perdón barato, sino que debería
ir en la dirección contraria y hacer todo lo posible para buscar la
reconciliación y la restauración de su matrimonio.
3 comentarios:
que pasa cuando al esposo no le importa y no quiere restaurar el matrimonio
Dios es fiel haz tu parte y El hara la suya.
Dios muéstrame tu mano de poder.!!!
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