¿Qué quieren los esposos de sus esposas?

Que respeten el  liderazgo

Queremos esposas sabias que con sus acciones mantengan la unidad familiar; Que a pesar de nuestros errores no se pongan en nuestra contra deteriorando nuestro liderazgo; cuando nos equivoquemos nos exhorten en privado con amor y nos ayuden a enmendarlos. Cuando disciplinemos a nuestros hijos nos respalden y nos ayuden en amor a no caer en autoritarismo ni en negligencia. Que cuando no estén de acuerdo con nuestras decisiones puedan con sabiduría y paciencia darnos argumentos bíblicos para hacer la voluntad de Dios. Que se esfuercen cada día en ser mejores esposas y madres para ser un buen ejemplo a seguir. Que faciliten el tiempo y el espacio para estudiar y ampliar nuestro conocimiento.

Que ayuden a administrar los recursos

Queremos esposas que nos ayuden en la administración económica del hogar, que sepan distinguir entre “necesidad” y “deseo” siendo equilibradas a la hora de gastar el dinero. Que nos ayuden a no salirnos del presupuesto familiar y en lo posible ahorrar para el futuro. Que nos animen a no adquirir deudas, sino a adquirir la disciplina de comprar de contado. Esposas recursivas en momentos de escasez y si vienen las dificultades sigan confiando en Dios y nos ayuden a mantenernos firmes en su Palabra. Que nos apoyen en nuestros proyectos y sean las socias ideales.

Que cultiven su vida espiritual

Queremos esposas que tengan una buena relación con Dios y se sometan a Él, estudiosas de Su Palabra, la Biblia; que pongan en práctica el evangelio. Que amen a Cristo por encima de todo. Que nos motiven a la oración y el estudio de la Biblia. Que con humildad reconozcan sus pecados y pidan perdón. Que estén trabajando constantemente en su santidad y glorifiquen a Dios en todo lo que hagan. Que oren por nosotros.

Que sean compañeras

Que admiren nuestras cualidades y valoren nuestras buenas acciones; que nos escuchen, animen y estimulen nuestros proyectos, no ejerzan presión ni nos manipulen para lograr sus caprichos. Que se mantengan bellas para nosotros sin caer en vanidad y extravagancia, dando más valor a su belleza interior. Que incentive a los miembros del hogar para conservar orden y limpieza dentro del hogar. Que se esmeren por brindar una dieta balanceada y saludable para su familia

Que sean respetuosas

Queremos esposas que asuman su papel con responsabilidad y se sujeten amorosamente. Que mantengan una conducta casta y respetuosa. Que conserven una apariencia femenina, y cultiven un carácter dulce y amable. Que guarden su sensualidad para la intimidad y no para exhibirla en su manera de vestir y actuar. Que sea reflexiva y prudente en todo lo que hace.

Queremos esposas que amen al prójimo, y no acepten el chisme y la mentira. Que sean generosas y compartan con el necesitado. Que tengan un lenguaje cordial y amable para con los que le rodean. Que tengan un trato recatado cuando tengan que relacionarse con otros hombres.  Que aparten un tiempo para compartir a solas como pareja y cultivar la relación matrimonial.

Reflexión:

Esposa: ¿Estás esperando que tu esposo cambie y asuma su papel para poder ser la esposa que Dios quiere que seas? ¿O por el contrario estas cambiando para que tu esposo se afirme más en Cristo, modelando el evangelio para él?

Si actúas con sabiduría, amándolo, respetándolo y dándole el lugar que Dios ha dispuesto para él, así no se lo merezca o sus acciones sean opuestas a lo que quieres, probablemente se convertirá en el esposo que necesitas.

“Pues este es el amor a Dios,  que guardemos sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos. Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo;  y esta es la victoria que ha vencido al mundo,  nuestra fe.” 1 Juan 5:3-5