Cambiando nuestra manera de pensar

“Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.”  Efesios 4:31-32

¿Cómo puede un cónyuge llegar a ser bondadoso, compasivo y perdonador? Debe cambiar su manera de pensar.  Dejar la amargura y vestirse de bondad, de un corazón tierno y pensamientos benignos.  Los siguientes ejemplos le servirán tanto, a esposos como a esposas, para cambiar su manera de pensar,  dejando los pensamientos amargos y reemplazándolos por pensamientos benignos de acuerdo a las Escrituras. (Tomados del libro: La esposa excelente)

El no me ama. Solo se ama a si mismo.  – Aunque él no muestra amor como debe yo creo en su capacidad de crecer. (Colosenses 3:1-4)


No me gusta que venga del trabajo de mal genio y se desahogue conmigo – Quizás se siente bajo mucha presión en el trabajo.  (Efesios 4:31-32)

Yo hago tanto por él, y mire lo que recibo a cambio – Quizás yo podría hacer algo de manera diferente.  (Filipenses 2:3-4)

Solo piensa en sí mismo – Tal vez no se siente bien hoy.  (Colosenses 3:12)

Es un estúpido. ¡Nunca voy a intentar volver a hablar con él! – Quizás no entendió bien lo que yo estaba diciendo. (Efesios 4:1:3)

¡No puedo creer lo que decidió¡. ¡Qué ridículo¡ - Tal vez tiene la información que yo no tengo.  (1 Corintios 4:5)

No puedo creer lo que me él me ha hecho – Lo que él  ha hecho es problemático, pero Dios me dará la gracia para sobrellevarlo.  (1 Corintios 10:13)

Nunca lo voy a perdonar – Después de todo lo que el Señor me ha perdonado, es lo menos que puedo hacer.  (Mateo 18:32-33)

El nunca va a cambiar – Por la Gracia de Dios, él si puede cambiar. (1 Corintios 6:11)

Es más de lo que  puedo soportar. No hay esperanza – No hay nada que haya pasado que Dios no pueda perdonar, que yo no pueda perdonar, y que juntos no podamos resolver. (1 Juan 1:9)

Lo hizo a propósito para herirme -  Solo Dios sabe porque hizo esos. Es mi responsabilidad creer lo mejor.  (1Corintios 13:7)

El debería haberlo sabido - ¿Cómo pudiera haberlo sabido? Yo nunca se lo dije. El no puede leer mis pensamientos. (Efesios 4:15)

Yo le daré su merecido – En cambio, yo le daré una bendición. (1 Pedro 3:9)

Nunca deberíamos habernos casado – Él es mi esposo y estoy comprometida con él, pase lo que pase. (Mateo 19:6)

Dios entiende que ya no puedo aguantar más – Dios me dará sabiduría y la gracia para soportar. (Santiago 1:5)

He orado y tengo paz para proceder con el divorcio – Sería lindo terminar el asunto rápido, pero me comprometido a proceder de la forma que Dios lo ha determinado. (Colosenses 3:2)

Quisiera que se muriera – Oro para que Dios tenga misericordia de él, y que él se arrepienta. (2 Pedro 3:9)

Lo odio – Puedo mostrar amor hacia él aunque no lo sienta. (1 Corintios 13:4-7)

Me da asco. Me dan nauseas pensar que él me toque – El deseo de mi esposo de tener sexo conmigo es bueno. Puedo mostrarle amor al darle placer. (1 Corintios 7:3-4)

¿Cómo pudo permitir Dios que él me hiciera esto? – Dios tiene un propósito en todo lo que me está pasando. Él lo usará para mi bien y su Gloria. (Romanos 8:28-29)

Reflexión:

Tus buenos pensamientos se traducirán en buena conducta, teniendo la bienaventuranza de tener un corazón perdonador, sin amargura ni resentimientos que a la final resultarán en beneficio de quien lo practica y que seguramente darán fruto en tu cónyuge y en tus hijos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Dios los Bendiga grandemente!

La sabiduría que Dios les ha brindado es un regalo hermoso
que les permite enseñarnos de acuerdo a lo que la Palabra de Dios
les ha instruido, a ser mejores cristianos.
Gracias !