VERDADERA ESPIRITUALIDAD

El ser humano fue creado con una parte espiritual que lo diferencia de la creación, es por eso que el hombre siempre ha buscado por todos los medios llenar su necesidad espiritual.

¿Cómo satisfacemos la necesidad espiritual? Hoy en día abundan corrientes que nos permiten escoger una espiritualidad propia, es como un supermercado en donde encontramos creencias, terapias y prácticas, elegidas y combinadas según el gusto del consumidor, así sean alocadas, incongruentes, o simplemente ridículas. Muchos creemos que una teoría novedosa que brinde emociones y sensaciones que sobrepasen los sentidos es la respuesta a esta necesidad, pero la verdad es que nuestro corazón engañoso puede llevarnos a disfrazar de espiritual lo que no es más que misticismo, imaginaciones o ritos extrasensoriales.

“Porque vendrá tiempo cuando no soportarán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oídos, acumularán para sí maestros conforme a sus propios deseos; y apartarán sus oídos de la verdad, y se volverán a mitos.” 2 Timoteo 4:3-4


El camino a la verdadera espiritualidad:

La mayoría de las veces queremos alcanzar lo espiritual con la mente y no con el espíritu y es ahí donde fallamos. Ante tanta variedad para escoger, se nos olvida que ser una persona espiritual es literalmente “llevar una vida llena del Espíritu Santo de Dios”. Infortunadamente no aceptamos esta definición si no que buscamos otras fuentes de espiritualidad como: la energía, el poder de la mente, la naturaleza, el ser interior y las emociones, muertos, ángeles y brujería, entre otros.

Para llevar una vida verdaderamente espiritual, necesitamos recibir al Espíritu Santo de Dios y para ello sólo hay un camino: la fe en el Señor Jesucristo. “Nuestro Señor Jesucristo era Dios encarnado y nació de una virgen, su propósito fue revelar a Dios Padre y redimir a los hombres del pecado. Debido a su muerte en la cruz, el pecador que cree en Él es liberado del castigo, es declarado justo, se le otorga vida eterna, y es adoptado en la familia de Dios. Nos dejó al Espíritu Santo para iniciar y completar la edificación de Su iglesia, glorificando al Señor Jesucristo y transformando a los creyentes a la imagen de Cristo” (John Macarthur)

“También sabemos que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento para que conozcamos al Dios verdadero. Y estamos con el Verdadero, con su Hijo Jesucristo. Éste es el Dios verdadero y la vida eterna. Queridos hijos, apártense de los ídolos.” 1Juan 5:20-21

La espiritualidad afecta nuestro estilo de vida

“Los que son de Cristo Jesús han crucificado la naturaleza pecaminosa, con sus pasiones y deseos. Si el Espíritu nos da vida, andemos guiados por el Espíritu.” Gálatas 5:24-25

Después de conocer a Jesucristo y con la ayuda del Espiritu Santo de Dios, comenzamos un proceso de crecimiento espiritual que nos lleva poco a poco a la santidad. Es un camino enteramente diferente donde las actitudes y conductas son más altas de lo que nuestra cultura dice, un camino de integridad en donde el amor a Dios y al prójimo supera al amor a sí mismo, en donde las aflicciones, los sufrimientos y las crisis pueden ser sobrellevadas porque nuestra esperanza está en Dios y no en nuestros esfuerzos humanos.

La espiritualidad y el matrimonio

Lo que cada uno haya aceptado como verdadera espiritualidad, guiará todas las decisiones y afectará el futuro de toda la familia. Es por eso que esta elección produce vida o muerte. Vida para los que creen en Jesucristo, porque Él es: el camino, la verdad y la vida y muerte para los que lo rechazan. Por eso, una vida espiritual plena se encuentra en buscar a Jesús y tomar la decisión de conocerlo de cerca y tener una relación personal con El. Él nos dará al Espíritu Santo para que podamos vivir una vida verdaderamente espiritual y esto se reflejará en nuestros hogares.

Reflexión:

Pidámosle a Dios que nos dé discernimiento para desechar las mentiras espirituales que van en contra de la Palabra de Dios y que nos ayude a apropiarnos de las que van de acuerdo con Su verdad revelada en La Biblia, para que seamos transformados a la imagen de Jesús.

¿Quién no desea un esposo o una esposa llenos del Espíritu Santo que trabaje todos los días para parecerse más a Jesús?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Gloria a Dios por el glorioso evangelio de Jesucristo. No existe otro camino a la vida, no existe atajo hacia la plenitud, no existe otro camino al padre, SOLO CRISTO. Es de mucha bendición hermanos. Cariños desde Buenos Aires