¡ALERTA! IMPIDA UN DIVORCIO

El matrimonio es un pacto indisoluble entre Dios y la pareja, así que el divorcio no está en los planes de Dios. Es por eso que hay que detectar acciones que, sin darnos cuenta, se van permeando silenciosamente en la relación de pareja y si no son corregidas a tiempo, podrían desencadenar en un divorcio.

Analice cada uno de los siguientes síntomas, no sea que alguno este filtrándose en su matrimonio y sin darse cuenta esté abriendo las puertas a un rompimiento.

Síntomas de ruptura espiritual:
-No incluir a Dios en la relación.
-No recurrir a la oración.
-No alimentarse con la Palabra de Dios
-Disminución de las disciplinas espirituales.


Síntomas de ruptura emocional:

-Disminución y dificultad en la comunicación.
-No expresar los sentimientos.
-Falta de respeto.
-Pérdida de admiración por el otro.
-Tener un amigo confidente del sexo opuesto.
-No valorar al cónyuge.
-Desplazar al cónyuge por otras personas o cosas.
-Conflictos no resueltos.
-Falta de perdón.
-Buscar el bienestar propio.
-Rechazo del uno por el otro.
-No dar ni recibir afecto.
-Independencia
-Falta de interés en los proyectos del cónyuge.
-No incluir al cónyuge en los planes futuros.

Síntomas de ruptura física:

-No dedicarse tiempo para estar solos y salir juntos.
-Disminución de los abrazos y besos.
-Falta de palabras amorosas.
-Separar lo tuyo y lo mío.
-Guardar o gastar dinero a escondidas del otro.
-Salir frecuentemente solos a reuniones sociales.
-Buscar llegar tarde a casa.
-Ausencia de intimidad sexual sin causa.
-Ocultar cosas y tener secretos.
-Violencia verbal o física.

Toda ruptura va precedida de pequeñas fisuras. Si ha detectado que algunos de estos puntos esta cumpliéndose en su relación de pareja, encienda una alerta y prepárese para ir cerrando la brecha que puede producir un daño irreparable. No busque los errores que está cometiendo su pareja, ni trate de obligarla para que cambie, más bien, busque un espacio apropiado para comunicarle sus inquietudes acerca de estas amenazas.

Examínese usted y determine que actitudes debe corregir, porque su ejemplo, diligencia y oración, puede afirmar cada vez más su matrimonio

“ Pero al principio de la creación, varón y hembra los hizo Dios. Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne; así que no son ya más dos, sino uno. Por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre.” Marcos 10:6-9

REFLEXION:

Usted es un factor muy importante para detener cualquier proceso doloroso que lo lleve a tomar decisiones que van en contra de la voluntad de Dios. Pídale al Espíritu Santo, que con su poder, le ayude a transformar esas actitudes que perjudican y enfrían su relación.

El divorcio es como una enfermedad que avanza silenciosamente provocando la muerte, la muerte de un matrimonio.