Cómo ganar a su esposa no creyente – John MacArthur


 

“Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas, considerando vuestra conducta casta y respetuosa.  Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios.

Porque así también se ataviaban en otro tiempo aquellas santas mujeres que esperaban en Dios, estando sujetas a sus maridos; como Sara obedecía a Abraham, llamándole señor; de la cual vosotras habéis venido a ser hijas, si hacéis el bien, sin temer ninguna amenaza.

Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo.” 1 Pedro 3:1-7


“Vosotros, maridos, igualmente..." ¿Quiere decir "lo mismo”? Vuelve a leer Efesios 5:21, Someteos unos a otros... esposas a los maridos, los maridos a las esposas. No significa someterse a la autoridad de la mujer, pero sí tener presente sus necesidades. Subordinar nuestro pequeño mundo y nuestra poca agenda para satisfacer las necesidades de la mujer que es nuestra esposa, aunque ella no sea cristiana. El versículo 7 dice: "Vosotros, maridos, igualmente”, usted tiene que comportarse con su esposa, igual que se comporta como empleado o como ciudadano"...

Cómo ganar a su esposo no creyente – John MacArthur


“Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas, considerando vuestra conducta casta y respetuosa.  Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos,sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios. Porque así también se ataviaban en otro tiempo aquellas santas mujeres que esperaban en Dios, estando sujetas a sus maridos; como Sara obedecía a Abraham, llamándole señor;de la cual vosotras habéis venido a ser hijas, si hacéis el bien, sin temer ninguna amenaza. Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo.” 1 Pedro 3:1-7 

Ahora Pedro está escribiendo a algunos cristianos, los cristianos que han sido esparcidos y se encuentran bajo ciertas persecuciones… animándolos sobre cómo vivir en medio de una sociedad hostil, cómo “os conducís” en un mundo que se establece en su contra…

Ahora lo fundamental es esto, que si vamos a tener un testimonio ejemplar en un mundo hostil, y si lo vamos a usar para ganar almas para Cristo, entonces nuestras vidas deben ser determinadas por ciertas características básicas… Ahora Pedro dice que vamos a estar atrapados en un mundo hostil y ese mundo hostil se manifestará en todas las relaciones sociales de las cuales hay tres primarias … el gobierno, el lugar de trabajo y la familia. Estos son los tres entornos sociales en que vivimos, que van desde el mayor hasta el menor. El mayor ambiente social en que vivimos es aquí en Estados Unidos de América, y por tanto, somos responsables ante ese gobierno,  el gobierno del estado, de la ciudad y de los municipios locales, etc. La arena al lado de la relación social en la que vivimos, es nuestro lugar de trabajo. Tenemos la responsabilidad dentro de nuestro trabajo de someternos a los que tienen autoridad sobre nosotros. El más pequeño en la ubicación de nuestro compromiso social es la familia.