“Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos; para que también los que no creen a la palabra, sean ganados sin palabra por la conducta de sus esposas, considerando vuestra conducta casta y respetuosa. Vuestro atavío no sea el externo de peinados ostentosos, de adornos de oro o de vestidos lujosos, sino el interno, el del corazón, en el incorruptible ornato de un espíritu afable y apacible, que es de grande estima delante de Dios.
Porque así también se ataviaban en otro tiempo aquellas
santas mujeres que esperaban en Dios, estando sujetas a sus maridos; como Sara
obedecía a Abraham, llamándole señor; de la cual
vosotras habéis venido a ser hijas, si hacéis el bien, sin temer ninguna
amenaza.
Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente,
dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la
gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo.” 1 Pedro
3:1-7
“Vosotros, maridos,
igualmente..." ¿Quiere decir "lo mismo”? Vuelve a leer Efesios 5:21,
Someteos unos a otros... esposas a los maridos, los maridos a las esposas. No significa
someterse a la autoridad de la mujer, pero sí tener presente sus necesidades. Subordinar
nuestro pequeño mundo y nuestra poca agenda para satisfacer las necesidades de
la mujer que es nuestra esposa, aunque ella no sea cristiana. El versículo 7
dice: "Vosotros, maridos, igualmente”, usted tiene que comportarse con su esposa,
igual que se comporta como empleado o como ciudadano"...