La
puntualidad es la cualidad de estar siempre a tiempo en el lugar adecuado, es
la disciplina de cumplir con las obligaciones adquiridas con los demás.
Generalmente
practicamos la puntualidad en el trabajo, compromisos sociales, entrevistas, pero
infortunadamente con nuestra familia nos parece innecesario. Fácilmente
llegamos tarde a una cita con nuestra pareja, no nos importa que nuestros hijos
esperen, o peor aún, les prometemos hacer cosas que no cumplimos. Tristemente cambiamos nuestras
prioridades y no les damos el primer lugar que merecen, dándolo a otras
personas o tareas.
Puntualidad y familia
“Todo tiene su tiempo, y todo lo
que se quiere debajo del cielo tiene su hora” Eclesiastés 3:10
Una
persona puntual genera confianza porque respeta el tiempo y la dignidad de los
demás, planea sus actividades y maneja bien el tiempo, es ordenado, eficaz y
logra desempeñarse mejor en todo lo que hace.
Para
mejorar su puntualidad a la hora de cumplirle a su familia:
- Redefina sus prioridades: ¿Quién es la persona más importante para usted? Ponga a su esposa e hijos por encima de esa persona.
- De valor a sus promesas: Considere distancia, tiempo y lugar a la hora de hacer una promesa. Su palabra debe ser garantía en que cumplirá lo prometido.
- Practique la autodisciplina: Piense antes de prometer y sujétese a sus promesas.
- Agende su día: Planee sus labores diarias e incluya las que hace con su familia, desde la más importante hasta la más simple.
- Redefina sus prioridades: ¿Quién es la persona más importante para usted? Ponga a su esposa e hijos por encima de esa persona.
- De valor a sus promesas: Considere distancia, tiempo y lugar a la hora de hacer una promesa. Su palabra debe ser garantía en que cumplirá lo prometido.
- Practique la autodisciplina: Piense antes de prometer y sujétese a sus promesas.
- Agende su día: Planee sus labores diarias e incluya las que hace con su familia, desde la más importante hasta la más simple.
- Programe alarmas: Use los recursos que tenga a mano para que le recuerden las citas o compromisos, especialmente los que hace con su familia.
- Llegue temprano: Tome la decisión de no hacer esperar a los demás, espere usted; así le enseñará a sus hijos la puntualidad.
- Asuma su responsabilidad: No se justifique ni presente excusas cuando no llegue a tiempo, más bien pida perdón por su incumplimiento.
- Examine y descubra las causas de su impuntualidad, para que no vuelva a pasarle.
El
valor de la puntualidad radica en que hacemos a los demás la vida más
agradable, mejora nuestro orden y nos convierte en personas dignas de confianza,
en cambio la impuntualidad desanima, desmotiva y demuestra falta de interés.
“Presentándote tú en todo como
ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad,
seriedad, palabra sana e irreprochable, de modo que el adversario se
avergüence, y no tenga nada malo que decir de vosotros.” Tito 2:7-8
Reflexión:
Después de Jesucristo
el cónyuge debe ser la persona más importante en la vida de una pareja, es por
eso que adquirimos la responsabilidad de ser muy cumplidos y puntuales con los
compromisos y las promesas que les hemos hecho.
Recuerde que al ser cristiano usted
es un representante de Cristo y su puntualidad es una de las cualidades que lo
deben distinguir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario