¿Tiene usted un buen matrimonio?


Por Andreas Köstenberger


¿Diría usted que usted tiene un buen matrimonio? Algunos de ustedes pueden responder afirmativamente a esta pregunta (esperamos que su cónyuge también lo haga); otros pueden reconocer que hace falta mucho trabajo por hacer, antes que usted pueda sostener que tiene un buen matrimonio.

En todo caso, ¿por qué aspirar a tener un buen matrimonio? ¿Simplemente para decir que se siente bien acerca de tener un buen matrimonio? Y, ¿Qué significa tener un “buen matrimonio”? ¿Cuándo es un matrimonio un buen matrimonio? Y, ¿Es mejor que la mayoría de los otros matrimonios de la gente que nosotros conocemos?

Aclaro que ¿Tiene usted un bien matrimonio? no es la pregunta correcta. Una mejor pregunta sería, ¿Glorifica su matrimonio a Dios? En lugar de pensar en tener un buen matrimonio como un fin en sí mismo, o usando estándares humanos relativos para comparar nuestros matrimonios o con el ideal popular de algún libro del tema de moda, el objetivo del matrimonio que glorifique a Dios afianza nuestro matrimonio donde debe estar afianzado: en el plan eterno y soberano de Dios.

¿Qué es un matrimonio que glorifica a Dios según las Escrituras?


Entre otras cosas, esto significa:

(1) Ambos cónyuges están creciendo en Cristo (“sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, en Cristo,” Efesios 4:15) no sólo el esposo (los esposos tienen la responsabilidad dada por Dios de alimentar a sus esposas espiritualmente, Efesios 5:25-28) o sólo la esposa (una triste realidad en muchos matrimonios donde el esposo es espiritualmente pasivo).

(2) Ambos cónyuges exhiben fruto, tanto física (hijos) como espiritualmente (ambos están involucrados en el servicio cristiano, tanto en forma individual como conjunta). Puesto que el hecho que una pareja sea fructífera y se multiplique está en el centro del propósito de la creación de Dios (Génesis 1:26-28), y no deberíamos egoístamente ponernos de primero, sino tener y criar hijos fortalecidos y amonestados en el Señor (o considerar la adopción si la pareja no pudiera tener hijos).

(3) El matrimonio es entre discípulos de Cristo llenos del Espíritu Santo (Efesios 5:18) quienes están comprometidos a su Señorío y autoridad por encima de todas las cosas. Él es el centro del plan de Dios, no ellos, o incluso su matrimonio (Efesios 1:10). Un matrimonio que verdaderamente honre a Dios no se enfoca en la familia; se enfoca en Dios a través de Cristo.

En un matrimonio como este, el esposo y la esposa están muy ocupados creciendo en Cristo y sirviéndole en equipo, y con su familia, como para preguntarse “¿Tenemos un buen matrimonio?” Sí tienen un buen matrimonio pero no porque tenerlo sea su máxima aspiración, sino porque cualquier cosa que hacemos buscando honrar y glorificar a Dios (incluyendo como conducimos nuestro matrimonio) resultará en bendiciones.

Que Dios sea glorificado en nuestros matrimonios,  para su mayor gloria y para nuestro bien.

Reflexion:

Cualquier cosa que hacemos buscando honrar y glorificar a Dios (incluyendo como conducimos nuestro matrimonio) resultará en bendiciones.


Si desea un estudio más detallado acerca del matrimonio y la familia dentro del supremo propósito de Cristo vea el libro en inglés  God, Marriage & Family (Crossway, 2004). El Dr. Köstenberger es Profesor de Nuevo Testamento y director de estudios de Ph. D. en el Seminario Southeastern Baptist Theological Seminary en Wake Forest, Carolina del Norte y fundador de BIBLICAL FOUNDATIONS (Fundamentos Bíblicos) (www.biblicalfoundations.org).

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