No tengas miedo

Un profeta escribió en el momento de la destrucción de Jerusalén en el 586 a. C., pudo expresar palabras de confianza en el Señor, en el libro de Lamentaciones. Era un tiempo de grandes lamentos por la destrucción de la ciudad de Jerusalén, ciudad que representaba el lugar de adoración de los hebreos. Esa ciudad daba identidad, era el lugar desde donde se gobernaba, era el lugar de seguridad del pueblo. Ahora ya no estaba, su ciudad estaba en ruinas. Había desesperanza en toda una nación. No veían cómo podrían salir de tan terrible situación. 


Pero el profeta, comienza a hablar con Dios, con la seguridad que es escuchado. Ese hombre, se enfoca en el único que puede sacarlos de ese pozo profundo donde se encontraban. Pozo de desesperación, de desolación, sin esperanza. Pero en medio de tanto dolor, acude al que todo lo puede. Entonces se produce algo especial. Las circunstancias siguen iguales, pero Dios habló: «No tengas miedo».

No tengas miedo, ten seguridad de quién es tu Dios. No tengas miedo, son solo circunstancias pasajeras. Esa enfermedad, la muerte de un ser querido, la crisis económica, una nación destruida por un desastre natural, un hijo en drogas… no tengas miedo. Es Dios quien te sostiene, es Dios quien te levanta, es Dios quien te protege. No tengas miedo. Esta vida es pasajera, es temporal y es necesario aprender a vivirla en la paz de Dios. No tengas miedo. 

Asegúrate de lo eterno. Porque Dios ya pagó rescate por tu vida. Pagó el rescate más valioso por ti. No solo para los años que vivas en esta tierra, sino para darte eternidad. Te hizo su hijo, no para malcriarte y darte gusto en tus caprichos, sino para darte un propósito de vida que trasciende. Cambia la visión de lo que sucede a tu alrededor, todo hijo de Dios tiene ahora una misión en la tierra y centrarte en los problemas, solo te distrae de tu delegación. 

Se nos entregó el ministerio de la reconciliación. Para que hablemos a quienes no tienen esperanza, acerca de Cristo. Nos encargó a nosotros el mensaje de la reconciliación, allí en medio de los problemas y las situaciones críticas, cuando vean en nosotros que no tenemos miedo, sino que la paz de Dios está en nosotros, verán que tenemos algo que ellos necesitan: a Cristo.

Reflexiona
¿El miedo te ha gobernado hasta el día de hoy? Dios te dice una vez más: No tengas miedo. Hoy tu confianza debe estar puesta en él. Enfócate en tu encomienda, eres el instrumento que Dios quiere usar para seguir anunciando la reconciliación de los hombres con él.  

tomado de:
https://www.bible.com/es/reading-plans/15386-serie-el-senor-te-mantiene-salvo-dios-cuida-de-ti/day/4

2 comentarios:

Unknown dijo...

Linda enseñanza siervo bendiciones

Unknown dijo...

Amén, así es los que confiamos en el Señor , jamás seremos avergonzados ni estaremos solos ni enfermos , porque somos sus hijos y ya se pagó un precio muy alto con la presiosa sangre de Cristo , Amén .