!GRACIAS MI AMOR!


“Al ver eso, Jesús preguntó a sus discípulos: "¿No eran diez los que quedaron sanos? ¿Por qué sólo este extranjero volvió para dar gracias a Dios?" Lucas 17:17,18

La gratitud es una virtud que nos conduce a reconocer y estimar el beneficio o favor que se nos ha hecho o querido hacer. Requiere de disposición y atención para practicarla, se cultiva todos los días hasta que se vuelve un hábito.

¿Por qué perdemos la virtud de tener un corazón agradecido? Porque nos acostumbramos a recibir de las personas con las que tenemos mayor contacto favores que con el tiempo se vuelven obligación y no un beneficio para nosotros.

Así sucede en el hogar. Dar las gracias al esposo o esposa no nos parece tan necesario, porque pensamos que hace lo que le corresponde y está cumpliendo con su deber. Por ejemplo: El lleva a su esposa diariamente al trabajo o ella le prepara los alimentos diariamente, pensamos equivocada e inconscientemente: ¡no hay nada que agradecer, es su obligación!

Es paradójico que seamos más agradecidos con las personas ajenas a nuestro hogar y que nos hacen algún favor.

Decir un simple “gracias” es recompensar al cónyuge por su labor, es hacerle saber lo importante que fue para nosotros su detalle o favor y animarlo para que siga haciendo actos que causan nuestro agrado.

Si analizamos las pequeñas y grandes cosas en las que nuestro cónyuge interviene para facilitar nuestra comodidad, seguramente encontraremos muchos motivos para estar agradecidos.

Gracias por escucharme, por prepararme los alimentos, por cuidar de nuestros hijos, por ayudarme, por tus consejos, por orar por mí, por estar a mi lado, por tu comprensión cuando me enojo…

Expresar con palabras y detalles nuestro agradecimiento, es llenar de calor, de ternura, de amabilidad y de alegría nuestra relación de pareja. Obviamente cuando hacemos lo que nos corresponde, no debemos esperar algo a cambio, pero una expresión de reconocimiento de la persona que amamos puede ser el mejor estímulo para hacerlo cada vez mejor.

Además, la gratitud proporciona bienestar porque nos lleva a reconocer que todas las personas que nos rodean tienen algo bueno para darnos y nos ayuda a descubrir lo bueno que tenemos y agradecerlo, en lugar de lamentarnos por lo que no tenemos.

Es tan importante la gratitud, que hace parte de la voluntad de Dios:

“Estén siempre alegres, oren sin cesar, den gracias a Dios en toda situación, porque esta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús”. 1 Tesalonicenses 5:16,18

REFLEXION:

¿Le ha expresado últimamente su gratitud

a Dios y a su cónyuge?

Sea agradecido con Dios que le da todo lo que tiene, y le será más fácil serlo con las personas que le rodean.

Para tener motivos de gratitud con su cónyuge, esté atento a todas las cosas que hace para usted, deténgase, valore y disfrute los momentos de tranquilidad y alegría espontánea y sencilla. No pierda su capacidad de agradecimiento ante lo aparentemente pequeño e insignificante.

Propóngase diariamente decir “gracias” y haga de la gratitud un estilo de vida