Todo ser humano tiene una necesidad espiritual que llenar y Dios le
asignó la tarea al esposo para que enseñe y oriente a su familia en el
conocimiento de Dios y Su Palabra, la Biblia. Si no ejerce este papel con
responsabilidad o lo ignora, será el causante de que su esposa e hijos busquen
peligrosamente por otros medios llenar esta necesidad.
“Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros
hijos, sino criadlos en la disciplina e instrucción del Señor” Efesios 6:4
(BLA)
“Instruye al niño en su camino, y aún cuando fuere viejo
no se apartará de él.” Proverbios 22:6
Para poder
liderar eficazmente, el esposo, no sólo debe tener el deseo de hacerlo, sino
prepararse muy bien. Jesucristo
hace serias advertencias a los maestros porque pueden enseñar errores.
“Y les decía una parábola: ¿Acaso puede un ciego guiar a
otro ciego? ¿No caerán ambos en el hoyo? Lucas 6:39
Para proveer un buen alimento espiritual un hombre debe conocer la Escritura
y tener muy claras sus doctrinas, pues la Biblia es la única guía que no tiene
errores ni fallas en toda su enseñanza. De lo contrario corre el peligro de caer en relativismo,
religiosidad o en una falsa espiritualidad, dejándose influenciar por sus
propias opiniones o las de otros acerca de las cosas eternas.
Debe crecer en
intimidad con Dios para dejar de ser un ciego espiritual y así evitar que todos
juntos “caigan en el hoyo”.
Revise su estilo de vida
¿Por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano,
y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? ¿O cómo puedes decir a tu
hermano: Hermano, déjame sacar la paja que está en tu ojo, no mirando tú la viga que está en el ojo
tuyo? Hipócrita, saca primero la
viga de tu propio ojo, y entonces
verás bien para sacar la paja que está en el ojo de tu hermano” Lucas 6:41-42
Recuerde que el
ejemplo enseña mejor que las palabras, por eso examine sus acciones que deben
estar de acuerdo con sus enseñanzas y sus enseñanzas con los principios
Bíblicos.
Revise
los frutos
“No es buen árbol el que da malos frutos, ni árbol malo el que da buen
fruto. Porque cada árbol se conoce por su fruto; pues no se cosechan higos de los espinos, ni de las zarzas se vendimian
uvas. El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su
corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla la boca” Lucas 6:43-45
La única forma
de saber si es o no un buen guía espiritual, es revisando el impacto que usted
tiene en las personas que están a su alrededor. ¿Sus hijos quieren ser como
usted? ¿Su esposa confía en su sabiduría o lo considera un necio? ¿Sabe
reconocer cuando se equivoca y pide perdón? ¿Es un abanderado de los valores
morales y éticos? ¿Sabe dar un consejo de acuerdo con la Palabra de Dios?
¿Cumple con las responsabilidades de un verdadero hijo de Dios? ¿Corrige en
amor y disciplina? Su conducta refleja lo que hay en su corazón.
No olvide que su
familia necesita ser guiada en el temor del Señor y no dominada; Por eso dedique
un tiempo especial cada día para acercarse ante Dios y Su Trono de Gracia,
orar, reconocer su debilidad y pedir ayuda para ser un buen guía espiritual.
Reflexión:
Lea y aplique las lecturas bíblicas a su vida para que ellas lo
transformen. Tome la iniciativa y reúna a su esposa e hijos para tener un
tiempo en familia y juntos orar, adorar, leer y explicarles la Palabra de Dios.
Hable con su esposa y planeen juntos este tiempo familiar, pues es la mejor
forma de enseñar, corregir y conocer las necesidades de cada miembro de la
familia.
Si Dios le asignó
este papel, es porque Su Gracia lo respaldará para hacerlo con gozo. No tenga
miedo y vaya de la mano de Su Espíritu Santo.
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