La mujer rencillosa

Rencillosa: es una persona que esta inclinada a la pelea, a la contienda, a la riña. Una mujer que tiene resentimiento, que causa discordia o pelea, que a menudo está de mal humor, explota con cualquier cosa, descarga su descontento y sus frustraciones sobre los demás, porque ella tiene la razón y los otros "que aguanten". ¿Les suena familiar?

Miremos que dice la biblia de esta mujer:

Prov 21:9 “Mejor es vivir en un rincón del terrado Que con mujer rencillosa en casa espaciosa"

Esta misma afirmación es tan grave que la biblia lo menciona en dos pasajes: Proverbios 21.9 y 25.24. y Lo que quiere decir es que esta mujer es tan insoportable que nadie puede, ni quiere vivir bajo el mismo techo que ella. Es mejor vivir en un rincón de la terraza de su casa que con las comodidades que tienes al lado de ella.

Podemos inferir de este versículo que la actitud de esta mujer quita la paz de su hogar con su mal humor y cuando se le hace un reclamo forma una pelea. La mujer rencillosa aleja a otros de sí. Destruye su matrimonio, lleva a sus hijos a la ira y rompe la armonía del hogar. Difícilmente se rinde y nunca admite que está equivocada. La culpa de todo siempre es del otro y por eso ella le “canta” algunas verdades. Con esta actitud es difícil que haya una buena comunicación con ella, pues los que están a su alrededor no quieren encender la chispa de su carácter.

Prov 21:19 Mejor es morar en tierra desierta Que con la mujer rencillosa e iracunda.

Esta afirmación es similar a la anterior, pero en una medida mas desesperada. Una tierra desértica hay escasez de agua y comida. el calor es insoportable, hay tormentas de arena. El desierto es el último lugar donde quieres vivir en el mundo, porque es lo peor que existe, sin embargo, la Biblia dice que es mejor vivir en este lugar insoportable que con una mujer enojada y peleadora.

En resumen, la mujer rencillosa te hace querer estar en cualquier parte del mundo donde ella no esté.

Prov 27:15 "Gotera continua en tiempo de lluvia Y la mujer rencillosa, son semejantes"

Imagínense que en estos tiempos de lluvia su casa tiene una gotera continua, todo el tiempo durante varios meses, o esa canilla que gotea todo el tiempo durante el día y la noche, eso es enloquecedor, desesperante  y esto es lo que la Biblia compara con la mujer que vive en peleas. Todo el tiempo enojada y cantaletosa, donde una y otra vez esta alegando porque si y porque no, amargada y amargando a los demás. En otras palabras:la mujer rencillosa puede volver loco a cualquiera.  Vivir con ella en una tortura insoportable.

Puede ser que este carácter varíe en cada mujer, unas en más alto grado que otras, pero ser rencillosa es igual de grave en cualquier caso. Es muy fácil caer en discusiones y peleas innecesarias con padres, hijos, esposos y hermanos que sacan lo peor de nosotros, pero para combatir y mortificar este pecado, el mismo libro de proverbios nos da una solución:

Prov 10:12

El odio despierta rencillas; Pero el amor cubrirá todas las faltas.

Y Pedro lo refuerza en 1 pedro 4:8

"Y ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados"

El amor humano? No. El amor de Dios derramado en nosotros será el mejor remedio para combatir el pecado del enojo. El apóstol Pablo lo resume en Gálatas 5:14

“Porque toda la ley en esta sola palabra se cumple: amarás a tu prójimo como a ti mismo"

Así que cuando intente airarse contra alguien, cuando se enoje con sus seres queridos recordemos este mandamiento: amar en vez de pelear. Fácil? No. Pero recordemos que:

Cristo nos amó, aunque nosotros estábamos enojados con Él, murió en la cruz por nuestros pecados, aunque nosotros no queríamos nada con Él, nos reconcilió con el padre, aunque nosotros rechazamos su palabra, nos dió vida nueva aun cuando nosotros nos revolcábamos en el pecado.

Tenemos una batalla espiritual constante, nunca  somos ni seremos lo suficientemente santos para no tener de que arrepentirnos, para no ser exhortados por la palabra. Por eso pidamos en oración al Espiritu Santo que seamos efectivas en descubrir la maldad que todavía abunda en nuestro corazón y El nos ayudará como lo dice romanos 8:26

“Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu  mismo intercede por nosotros con gemidos indecibles”