El peligro de un hogar centrado en el niño

Rebelión, amargura, ira, drogadicción, alcoholismo, son algunos de los peligros de educar a nuestros niños en donde él es un amo y toda la familia  gira alrededor de ellos.

¿Cómo saber si mi hogar esta centrado en mi hijo?

Si usted le permite comportarse a su hijo o hija creyendo que la casa entera, padres, hermanos y mascotas existen con el único propósito de complacerlo, usted tiene un hogar centrado en su hijo. 

Los siguientes son algunos comportamientos que le ayudarán a identificar esta forma de educación:

1. Interrumpe a los adultos cuando hablan.
2. Usa la manipulación y la rebelión para salirse con la suya.
3. Decide por su propia cuenta sus horarios por ejemplo de comida, dormida, televisión.
4. Siente que sus necesidades están por encima de todos los otros miembros de su casa.
5. Se le ha dado el derecho al voto en todos los asuntos de la casa.
6. Demanda atención y tiempo excesivo de sus padres.
7. No recibe las consecuencias de sus actos pecaminosos.
8. Habla a sus padres como si fueran sus iguales.
9. Influencia demasiado en el funcionamiento del hogar.
10. No recibe disciplina cuando esta de mal humor, mas bien son consentidos.

Este niño crecerá creyendo que merece todo en la vida, que toda la sociedad les debe algo y merecen todo. Pero esto no ocurrirá. Cuando sean adultos y no sucedan las cosas que ellos desean, se volverán amargados enojados y frustrados, trayendo vacíos que buscaran llenar con otras opciones como drogas, alcohol, sexo.

Contrariamente, un niño educado en un hogar centrado en Dios, es un niño que ve en sus padres los roles que Dios ha determinado sabiamente. Ve la relación de autoridad y sumisión, ve como se comportan como una sola carne, pues su relación esta por encima de sus hijos. Un hogar centrado en Dios, se complace en servir a Dios, pero un hogar centrado en el niño todos quieren complacer y servir al niño.

Comportamientos de un niño que habita en un hogar centrado en Dios:

1. Sirve a los demás.
2. Obedece a sus padres.
3. No interrumpe a sus padres.
4. Sabe que no se saldrá con la suya.
5. Se amolda a los horarios de sus padres.
6. Participa en las decisiones familiares, pero sabe que no tiene un voto igualitario al de sus padres.
7. Entiende que sus padres tienen otras responsabilidades.
8. Sufre las consecuencias de sus actos.
9. Honra a sus padres como sus autoridades.
10. Cumplen responsabilidades y tareas en su casa.

Un niño educado en un hogar que no gira en torno a él, aprenderá a amar en vez de exigir amor, a dar en vez de esperar recibir. Podrá entender cual es su papel en la sociedad y como servir a Dios cuando sea un adulto.

¿Cuál crees tu que es el modelo correcto? Aun estas a tiempo de corregir las actitudes que están equivocadas, orar a Dios para que te guíe y hagas de tus hijos hombres y mujeres felices, siervos de Dios y ciudadanos del Reino.