En sentido literal, es el
acto de intervenir con medios hábiles y sutiles para distorsionar la verdad o
la justicia, al servicio de intereses particulares. Es enredar los
pensamientos, los sentimientos y la conducta de otras personas. Busca
sugestionar y dominar la voluntad del otro, llevándolo a pensar o actuar de
determinada manera.
El
manipulador usa varias técnicas para lograr su propósito, revisemos su comportamiento a la luz de las
siguientes prácticas:
Distrae: Desvía la atención de los
problemas importantes hacia los insignificantes, usa buenos argumentos para que
sus ideas suenen lógicas y prioritarias, para que el otro no pueda ver el
problema real. Cambia de opinión, de comportamiento y de sentimientos según las
personas o las situaciones para satisfacer sus caprichos.
Ejemplo bíblico. La
manipulación de la serpiente a Eva para que pecara: “Entonces la serpiente dijo a la mujer: No moriréis; sino que sabe
Dios que el día que comáis de él, serán abiertos vuestros ojos, y seréis como
Dios, sabiendo el bien y el mal. Génesis 3:4-5.
Se hace el indispensable: Crea a
propósito un problema imaginario para verse, ante otros, como el único que
puede resolverlo y así pueda tener el control para hacer lo que desea.
Ejemplo bíblico. La
manipulación de Absalón para usurpar el trono de su padre David: “Y se levantaba Absalón de mañana, y se
ponía a un lado del camino junto a la puerta; y a cualquiera que tenía pleito y
venía al rey a juicio, Absalón le llamaba y le decía: ¿De qué ciudad eres? …
Entonces Absalón le decía: Mira, tus palabras son buenas y justas; mas no
tienes quien te oiga de parte del rey. Y decía Absalón: ¡Quién me pusiera
por juez en la tierra, para que viniesen a mí todos los que tienen pleito o
negocio, que yo les haría justicia!” 2 Samuel 15:2-4.
Defiende el bien común: Presenta ideas tergiversadas para hacerle creer al otro que debe tomar una decisión contraria a sus principios, con el fin de beneficiar a muchos, pero en realidad desea su propio bien.
Ejemplo bíblico. La
manipulación de los fariseos para matar a Jesús: “Si le dejamos así, todos creerán en él; y vendrán los romanos, y
destruirán nuestro lugar santo y nuestra nación. Entonces Caifás, uno de
ellos, sumo sacerdote aquel año, les dijo: Vosotros no sabéis nada; ni
pensáis que nos conviene que un hombre muera por el pueblo, y no que toda la
nación perezca.” Juan 11:48-50.
Exalta las emociones: Hace uso de las emociones para opacar el análisis
racional y así implantar ideas,
deseos, impaciencia, ansiedad y miedo. Emplea el llanto, el enojo, la amenaza,
la seducción y el halago para
mover las emociones del otro y lograr sus propios propósitos.
Ejemplo bíblico. La
manipulación de Dalila para obtener el secreto de Sansón: “Y ella le dijo: ¿Cómo dices: Yo te amo, cuando tu corazón no está
conmigo? Ya me has engañado tres veces, y no me has descubierto aún en qué
consiste tu gran fuerza. Y aconteció que, presionándole ella cada día con
sus palabras e importunándole, su alma fue reducida a mortal angustia. Le
descubrió, pues, todo su corazón, y le dijo: Nunca a mi cabeza llegó navaja;
porque soy nazareo de Dios desde el vientre de mi madre. ” Jueces
16:15-17a.
Ejerce chantaje: Ejerce presión o amenaza apelando al orgullo, al miedo o a las necesidades, por medio del sexo, la información, el dinero o las cosas, para someter a las personas.
Ejemplo bíblico. La
manipulación de Jacob para obtener los beneficios de ser primogénito: “…dijo a
Jacob: Te ruego que me des a comer de ese guiso rojo, pues estoy muy cansado.
Por tanto fue llamado su nombre Edom. Y Jacob respondió: Véndeme en este
día tu primogenitura. Entonces dijo Esaú: He aquí yo me voy a morir;
¿para qué, pues, me servirá la primogenitura? Y dijo Jacob: Júramelo en
este día. Y él le juró, y vendió a Jacob su primogenitura.” Génesis 25:30.
Usa mal la Biblia: Saca un versículo de
contexto tergiversando el texto sagrado, para que respalde sus ideas y lo ayude
a obtener ventajas.
Ejemplo bíblico. La
manipulación de líderes para obtener ganancias deshonestas: “Pero hubo también falsos profetas entre el
pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán
encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató,
atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina... y por avaricia harán
mercadería de vosotros con palabras fingidas.” 2 Pedro 2:1-3a.
Elogia, lisonjea: Adula hábilmente las virtudes existentes o imaginarias para ganarse la confianza y la voluntad del otro con intereses ocultos.
Ejemplo bíblico: Entonces estos gobernadores y sátrapas se
juntaron delante del rey, y le dijeron así: ¡Rey Darío, para siempre
vive!
Todos los gobernadores del reino, magistrados, sátrapas, príncipes
y capitanes han acordado por consejo que promulgues un edicto real y lo
confirmes, que cualquiera que en el espacio de treinta días demande petición de
cualquier dios u hombre fuera de ti, oh rey, sea echado en el foso de los
leones. Ahora, oh rey, confirma el edicto y fírmalo, para que no
pueda ser revocado, conforme a la ley de Media y de Persia, la cual no puede
ser abrogada.
Daniel 6:6-8
La manipulación: suma de muchos pecados
La ley moral de Dios se
resume en: “…Amarás al Señor tu Dios con
todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu
mente; y a tu prójimo como a ti mismo” Lucas 10:27. La manipulación va en
contravía de la ley de Dios, ya que la motivación no es el beneficio del
prójimo sino el propio. También evidencia muchos otros pecados escondidos como
mentira, engaño, egoísmo, chantaje, malicia, hipocresía, vanidad, orgullo,
maldad. “Desechando, pues, toda malicia,
todo engaño, hipocresía, envidias, y todas las detracciones” 1 Pedro 2:1.
Revisemos las intenciones
¿Quién no ha planificado
estrategias para conseguir lo que quiere? Podríamos descubrir que este pecado
se camufla en la vida diaria cuando buscamos controlar el comportamiento de los
que están a nuestro alrededor. Utilizamos frases ingenuas y hasta bíblicas para
lograr que todo se haga como queremos. Por ejemplo una esposa que conoce la
sujeción puede usar técnicas para lograr que su esposo haga lo que ella se ha
propuesto, un esposo puede lograr despertar compasión en su esposa para que sea
ella quien le aconseje hacer lo que él quiere; un padre o una madre en vez de
ejercer su autoridad puede ofrecer premios para lograr que sus hijos le
obedezcan, un pastor puede manipular la Biblia para hacer que su congregación
le sirva y satisfaga sus caprichos. Ofrecemos regalos, recompensas, amor,
cariño, hacemos y cumplimos promesas que aparentemente buscan el bienestar del
otro pero el propósito final es llenar nuestros “apetitos”.
El otro lado de la moneda
Otra manera de caer en este
pecado es ser víctimas conscientes de un manipulador, pues muchas veces para
recibir aceptación, amor y beneficios económicos, aceptamos las condiciones del
otro. Sin consideración dejamos que nuestro cónyuge, amigos, líderes
espirituales o compañeros de trabajo, sometan nuestra voluntad para poder
alcanzar sueños o suplir nuestras falencias, olvidándonos que primeramente le
debemos obediencia a nuestro Padre Celestial y sólo Él puede llenarnos
abundantemente de todo lo que necesitamos realmente. “Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque
esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.” 1
Tesalonicenses 5:16-18.
Soli Deo Gloria
“Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo
para la gloria de Dios.” 1 Corintios 10: 31
Ya que el fin de la
manipulación es buscar el beneficio propio, la mejor forma de combatirla, es,
con la ayuda del Espíritu Santo, destronar al “yo” del corazón y poner a
Jesucristo como Señor. Es por eso que todo creyente debe despojarse del egoísmo
y el orgullo y vigilar sus obras con los ojos de la fe para descartar su
pecaminosidad. Sólo si buscamos glorificar a Dios en todo lo que hacemos,
podemos estar seguros de deshacernos de toda manipulación, no cuidando nuestros
propios intereses, sino buscando el bienestar de los que nos rodean, así ellos
también podrán glorificar a Dios con nosotros.
Reflexión
La manipulación no es un
arte que hay que aprender. Además de los medios de comunicación, que enseñan e
incitan a satisfacer los deseos personales a como dé lugar, está el corazón que
constantemente anhela alcanzarlos. El mundo caído practica la manipulación con
tanta naturalidad que es difícil reconocerla, pues el respeto y la honestidad
han pasado a un segundo plano ya que dependen de la conveniencia de cada cual.
Aún entre los matrimonios, en donde debe primar el bienestar del otro, todavía
hay mucho interés propio, a tal punto que cuando surge manipulación de un lado,
se contesta con mayor manipulación del otro.
Para evitar esta conducta
pecaminosa, todo matrimonio cristiano, apoyado en la Gracia del Señor
Jesucristo, debe caracterizarse por practicar la integridad y la humildad,
porque: “Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién
morará en tu monte santo? El que anda en integridad y
hace justicia, y habla verdad en su corazón.” Salmos 15:1-2.
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