Confiando en Dios en medio de la crisis financiera

Article by Sarah Walton
Hace poco pasamos por nuestra antigua casa por primera vez desde nuestra crisis financiera. Inmediatamente, nuestros cuatro hijos comenzaron a revivir recuerdos, haciendo hincapié en cada parte de la casa que extrañaban. Una vez más, tenían dificultad para entender el por qué tuvimos que dejarlo todo.

Por más que me esforzase en transmitir con seguridad que lo correcto para nuestra familia era cumplir la voluntad de Dios — incluso a costa de la seguridad financiera y el hogar que amábamos — en el fondo, yo luchaba con mi propia nostalgia y dudas.

Vivir con mucho menos

Hace seis años vivíamos holgadamente, planificando con cuidado el futuro, y buscando consejos sabios para ser buenos administradores de nuestros sueldos crecientes. Pero, en su extraña soberanía, Dios decidió enseñarnos el poco control que teníamos en realidad.

4 Graves Peligros de un pecado no perdonado

Por Tim Challies

He predicado la verdad cientos de veces a otros y mil veces a mí mismo: no puedes pecar sin consecuencias. Esa no es la forma en que Dios ha estructurado su mundo. No es la forma en que Dios ha estructurado a su pueblo. Para los cristianos, las consecuencias finales han sido pagadas en su totalidad por Jesucristo, pero esto no significa que no haya razones para temer consecuencias inmediatas. Aquí, con la ayuda de un escritor favorito, hay cuatro graves peligros en cada pecado.
El Peligro De Volverse Endurecido
El primer peligro es el peligro de endurecerse. El hecho es que el pecado significa endurecerte contra el amor y la misericordia de Dios. De hecho, el objetivo final de todos y cada uno de los pecados, sin importar lo pequeño que parezca, es endurecerte completamente contra Dios. John Owen le advierte que debe: “Prestar atención, usar todos los medios, considerar sus tentaciones, mirar con diligencia; hay una traición, un engaño en el pecado, que tiende al endurecimiento de sus corazones del temor de Dios.” Cada pecado los empuja hacia una completa y absoluta dureza de corazón. El hecho es que tu pecado siempre está varios pasos adelante de ti. “¿No es suficiente hacer temblar cualquier corazón, para pensar en ser llevado a ese estado en el que debería tener leves pensamientos de pecado? Leves pensamientos de gracia, de misericordia, de la sangre de Cristo, de la ley, el cielo y el infierno, vienen todos en el mismo momento. Preste atención, esto es hacia donde te esta llevando tu pecado: endurecimiento del corazón, cauterización de la conciencia, ceguera de la mente, entorpecimiento de los afectos y el engaño total del alma.”