“Quítense de
vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. Antes
sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como
Dios también os perdonó a vosotros en Cristo.” Efesios 4:31-32
¿Cómo puede un cónyuge llegar a ser bondadoso, compasivo y
perdonador? Debe cambiar su manera de pensar. Dejar la amargura y vestirse de bondad, de un corazón
tierno y pensamientos benignos. Los
siguientes ejemplos le servirán tanto, a esposos como a esposas, para cambiar
su manera de pensar, dejando los
pensamientos amargos y reemplazándolos por pensamientos benignos de acuerdo a
las Escrituras. (Tomados del libro: La esposa excelente)
El no me ama. Solo se ama a si mismo. – Aunque
él no muestra amor como debe yo creo en su capacidad de crecer. (Colosenses
3:1-4)