El corazón, un mal consejero

Sigue lo que dice tu corazón! ¿Ya has escuchado ese consejo? Yo sí, y de hecho muchas veces me lo he dado a mí mismo. Peor aún, podría decir que generalmente sigo ese consejo. Esa es la forma como vivimos hoy. El problema de seguir este consejo es que es un consejo que se opone a lo que la Escritura enseña. Esto es lo que llamo un “consejo satánico”. Este consejo nos hace mal. Coloca el fundamento de nuestras decisiones en arenas movedizas. Y, al final, nos lleva a tomar decisiones equivocadas.


Este consejo es dado cuando preguntamos acerca de lo que debemos hacer. Cuando se dice “¡Sigue lo que dice tu corazón!” en realidad se está diciendo “¡Haz lo que quieras!”. Cuando seguimos nuestro corazón nos colocamos a nosotros mismos como el criterio a seguir. Somos nosotros los que decimos qué es bueno y qué es malo. Asumimos la autoridad de Dios, el lugar de Dios, y, al final de cuentas, nos creemos Dios. Esto es idolatría.