La magnitud de la influencia femenina

A través de la historia de la humanidad muchas mujeres han dejado el propósito de ser ayuda idónea para el hombre y han usado sus encantos, su belleza o su sexualidad para  hacer caer aun a los más valientes, audaces, poderosos, sabios  y feroces de los hombres. Por causa de muchas mujeres se han desplomado imperios, se han perdido guerras, se han destruido familias, empresas y misiones. Reyes, generales, presidentes, profesionales, científicos y hasta hombres comunes  han sido cegados por los encantos de una mujer.

Una de ellas fue Dalila, una mujer de la que se enamoró Sansón, un importante juez que gobernó a Israel durante 20 años. Sansón era conocido porque liberó a su pueblo después de haber estado 40 años esclavo de los filisteos. Era popular y respetado porque los protegía y los mantenía a salvo de sus enemigos; pero también conocido y temido entre los pueblos vecinos, especialmente entre los filisteos por haberlos derrotado y dado muerte a muchos de ellos. Todos los que lo conocían, amigos y enemigos, sabían que era un hombre clave para la región. Para unos su vida significaba seguridad, para otros, destrucción.

Este hombre, tan importante y primordial en la vida de la antigua Palestina, demostró que a pesar de su fortaleza tenía una debilidad: su gusto por las mujeres. Naturalmente esto era conocido por sus enemigos y le causó muchos problemas.

Sansón tenía una relación amorosa con Dalila y, aunque la Biblia no dice explícitamente quien era ella, nos muestra que su interés en esa relación no era precisamente el amor.