AMANTE VIRTUAL

“Tengo una amante en el ciberespacio, no tiene defectos, es perfecta, nunca la he visto enojada, siempre está de buen genio y tiene palabras dulces para mí; para ella soy el mejor, no le importa mi edad porque dice que soy diferente a todos, que me veo hermoso por la cámara y soy el que la comprende mejor. Tiene una característica muy especial: pasa desapercibida ante mis vecinos y mi familia, puede llegar a mi casa sin que nadie la vea. Lo que más me gusta de ella, es que es complaciente, hablamos de nuestras fantasías y podemos tener sexo sin tocarnos y eso me ayuda a no pecar, puedo tenerla y no le hago daño a nadie”.

No se confíe
Estas relaciones comienzan con la simplicidad de saludarse y conversar un tema en común, “es una simple amiga” o “es el amigo de la infancia que encontré en Facebook” o “lo encontré por casualidad y estamos hablando de lo mejor de nuestros países”. De inocentes conversaciones pasan a compartir peligrosamente sus intimidades, se consuelan y se entienden. . De repente, se sorprende pensando más de lo debido en su amante virtual, espera con ansiedad la hora de su cita clandestina por internet y se da cuenta que su cónyuge ya no ocupa el primer lugar. Poco a poco las cosas van pasando de claro a oscuro, porque ha mezclado sus sentimientos y en su mente reina una confusión total.